HISTORIAS CASI CIERTAS
Óscar O Martínez Restrepo
“Pequeñas voces de aliento”
La ciudad del Rawal y el Loto
también tiene su mundo microscópico. Y de él hace parte la heroína de esta historia: Aspergillus Tubingensis, una chica
encantadora y lista como pocas.
Aquella mañana abordó el taxi
rosa más temprano que de costumbre. Tendría tiempo de solazarse en las colinas
de Margalla, un paraíso terrenal pletórico de naturaleza, enclavado en la parte
norte de aquella urbe, muy cerca de su lugar de trabajo, el vertedero municipal
de residuos plásticos.
Cantando y esbozando una linda
sonrisa, Aspergillus se enfundó el
overol, las gafas, y el casco, guardó la linterna en un bolsillo y tomó del suelo
un taladro con forma de alfiler.
Hoy desarrollaría su labor en el
interior de una botella. Atravesó el diminuto agujero que hacía las veces de
puerta de entrada. Fue entonces cuando levantó la vista y observó su objetivo:
una maraña de cables de carbono y de hidrógeno empotrados en lo más alto de una
oscura cueva.
Salvar el primer trayecto
implicaba ascender por una pared humedecida por el moho, cosa que hizo con la
tranquilidad, paciencia y eficiencia de quien lleva muchos años en el oficio.
Tuvo que encender la linterna
para continuar la marcha. A paso forzado pronto atisbó los cables. Descansó un
poco y estudió el terreno. La parte más empinada era a la vez la más corta.
Subiría por allí.
Jadeante pero feliz, culminó el
ascenso y preparó el taladro. Atacó los cables por la zona que consideró más
conveniente, repitiendo la operación una y otra vez. Cumplido el objetivo
emprendió el regreso. De una cosa estaba segura: sus nietos no tendrían
noticias de aquella botella; en cuestión de semanas desaparecería.
Historia adaptada a partir de los
siguientes textos:
https://365sustentable.com/hongos-comedores-de-basura/
https://www.muyinteresante.es/naturaleza/articulo/un-hongo-que-recicla-el-plastico
Excelente profe me gusto mucho
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